Editorial

Los sismos no dejan en paz a Claudia Sheinbaum.

#InPerfecciones

Ha de ser sumamente trágico ser delegada en Tlalpan, se te caiga una escuela que causo mucho revuelo el 19/s, te persiga el tema y el día de tu reunión con los diputado te vuelva a temblar.

 

Miguel Angel Millán Cancino

miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

Ha de ser bien feo, realmente feo vivir bajo la sombra de los sismos, pero no sólo como ciudadano que siente y sale despavorido al resguardo de la –para muchos- aún no bien librada sombra de los sismos ocurridos el pasado 19 de septiembre en donde todos sabemos la historia, que desgraciadamente en muchos casos sigue siendo una tragedia, basta con que nos demos una vuelta al Multifamiliar Tlalpan o en muchos puntos de la Ciudad de México o del país.

 

No podemos olvidar que Claudia Sheinbaum era la jefa delegacional de Tlalpan cuando sucedió el terrible suceso que ha marcado repetitivamente la historia, mismo, en el que el Colegio Rebsamen dejó atrapados y niños sin vida por la negligencia de la delegación, que si bien, la ahora jefa de gobierno electa no es la que firmaba los permisos de construcción, si se le atribuye el hecho de no haber mostrado responsables, de haber dejado documentos a medias y de renunciar a su cargo cuando el tema no estaba solucionado para buscar la jefatura de gobierno.

 

Definitivamente, ella no es la responsable directa de la tragedia del colegio Rebsamen como la oposición política se lo echó en cara, pero sí creo que es la responsable de no permanecer y llevar el caso hasta las últimas consecuencias, que la hace responsable y cómplice.

 

Ahora, después de la caída de la Plaza Artz Pedregal, le advirtió al anterior jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera, que iba a visitar cada una de las construcciones que se dieron durante su administración, y la pregunta es, ¿por qué nosotros no visitamos también las que su administración autorizó en Tlalpan? O, ¿por qué ella no recorrió las suyas o de anteriores delegados en Tlalpan? Ninguno de los dos son santos, ambos han cometido errores graves.

 

Para rematar, termina siendo que cuando se reúne con los diputados electos para el primer congreso de la Ciudad de México, donde fue a dar indicaciones, le tiembla, no se activan todas las alertas, quedan en medio de disyuntivas y ahora sí ya nos dice que no estamos preparados.

 

Yo quiero saber cómo nos vamos a preparar. Parece que los sismos son el coco de Sheinbaum y espero ella no sea la de la mala suerte, porque si no, nos esperan 6 años de harto temblor que nos dejará con el hígado revuelto y la bilis derramada…

 

Yo recomiendo que se coma un pan, pero sin aguacate, porque ante la situación de sus antecedentes, estará todo el tiempo en remembranza de los trágicos sucesos y no será un tema de olvido, menos cuando la misma tierra se encarga de recordárselo a cada rato.

 

#InPerfecto