1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Carlos Rosas C.
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La participación estudiantil en el agitado final de los años cincuenta representa un especial antecedente no solo por lo que significaba socialmente los estudiantes participaran activamente en las protestas contra las políticas gubernamentales, políticamente se fueron sentando un precedente incómodo para el gobierno.
La movilización del IPN en 1956 marca el fin de la política educativa en contra de la orientación popular y sus instituciones. Este movimiento sería el inicio de una nueva etapa en la historia de los movimientos estudiantiles, ya que las corrientes contrarias tenderán al acercamiento para responder de manera similar ante los acontecimientos nacionales en un contexto de descontentos sociales manifestados por otros grupos, como los telegrafistas, maestros de primaria, telefonistas, electricistas, ferrocarrileros y trabajadores de otros gremios.
Si bien es cierto que los integrantes de la Federación de Estudiantes Universitarios repudiaron la represión militar en contra del IPN, estos no respaldaron el movimiento deslindándose de lo que llamaron “agitación de los comunistas” dejando claro que no eran subversivos, motivo por el cual la UNAM fue tomada como ejemplo a seguir y premiándole con una buena cantidad de recursos.
La UNAM mantuvo en perfil muy bajo de simpatía frente a las demandas de los movimientos sindicales que se desarrollaron durante 1958 aunque llegaran a coincidir físicamente en las calles de la ciudad durante sus manifestaciones. Sin embargo el romance entre el Gobierno y la Universidad no resulta ser lo suficientemente sólido ya que el primer destello de rebeldía a las imposiciones del gobierno se da cuando en 1958 los universitarios levantaron una sonora protesta en contra del incremento en las tarifas del transporte público.
El Departamento de Distrito Federal había concesionado el servicio de distintas rutas de camiones con tarifas fijas pero a mediados de año los choferes de la Alianza de Camioneros realizaron un emplazamiento a huelga exigiendo una mejora salarial cosa que las autoridades concedieron desatando así una fuerte movilización estudiantil que logró agrupar no solo a estudiantes si no también a maestros y sindicatos además de paralizar el transporte en la capital y por ende las actividades escolares.
Con el fin de evitar los enfrentamientos entre choferes y estudiantes el Gobierno Federal intervino enviando tropas para acordonar Ciudad Universitaria y otros sitios del sur de la cuidad. El Presidente Ruiz Cortines presenta una propuesta donde se ofrece la suspensión del aumento a las tarifas y otros puntos referentes al mejoramiento en el servicio y la liberación de los estudiantes detenidos, sin embargo ante la posibilidad amenazante del uso de la fuerza militar los universitarios acceden a negociar devolviendo unidades de transporte retenidas terminando así con este movimiento ante la efectividad persuasiva que causo la represión violenta contra obreros y maestros a manera de escarmiento.
El alejamiento entre la Universidad y el gobierno tuvo así su primer antecedente que habría de tomar tintes mas crudos en lo sucesivo como si fuese un presagio de los futuros encontronazos durante los años sesenta.
En la siguiente entrega nos adentraremos en la influencia de la Revolución Cubana y la repercusión ideológica de otros movimientos internacionales que adoptaron las corrientes estudiantiles, obreras, campesinas etc. de nuestro país y que comenzaron a sacudir de manera importante a las estructuras del gobierno y la sociedad en aquellos años en la Memoria de México.
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