#Sexualidad
Enero 16, 2018
Rosario Aguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx
Una pregunta que se hizo en nuestra presentación, que es una curiosidad de una adolescente que nos lee, ese cuestionamiento que nos hace en uno de los comentarios fue: ¿A qué edad se debe de tener relaciones sexuales? y ¿Cuáles son los riesgos que se corren?
Según los esquemas morales no hay día para iniciar, pero nos enfocaremos en el desarrollo de los cuerpos. En la adolescencia siempre las ideas surgen, por ejemplo “estoy enamorada”, “es normal dar ese paso”, “somos novios”, “soy la última virgen y no de una pastorela”, “ya todas mis amigas lo hicieron”, etc. Son muchas las presiones sociales que nos invaden y, ¡sorpresa!, tienen algo de razón.
Uno de tus derechos sexuales reproductivos es:
– Derecho a decidir con quién compartir mi vida sexual y mi sexualidad. Pero no tan rápido, todo derecho nos lleva a una responsabilidad. Si en tus pensamientos están las relaciones sexuales es importante que tomes en cuenta algunas consecuencias, el desarrollo del cuerpo inicia desde muy temprana edad, niños y niñas inician su madurez sexual entre los 7 u 8 años y termina alrededor de los 23 años, todo desarrollo es diferente en cada adolescente, una de las consecuencias, es un embarazo en la adolescencia. Los embarazos son de alto riesgo, la deserción escolar es otra situación muy común, el rechazo de los padres, y muchas más. Un bebé en la adolescencia, a veces complica un futuro fructífero, otra situación de riesgo son las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual), que están a la orden del día, entre ellas hay una gran variedad, por ejemplo: la clamidia, candidiasis, son muy comunes y de fácil tratamiento, hasta los más severos que aunque ya hay medicamentos que son controlados que puedan lograr que alguien que los padece o vive con ellos, tenga una vida normal, como el VIH-SIDA.
Una vida donde hay una infección se tiene que cuidar bajo un tratamiento médico oportuno que sea bien llevado y donde no tengamos pena de hablarlo con un especialista.
Las emociones son fundamentales en el crecimiento, de todos, pero en especial de los adolescentes, pero no crecen igual que el cuerpo, estas emociones son un poco más lentas y son parte importante en el desarrollo y en un noviazgo, ya que se involucran mucho los sentimientos de una pareja adolescente que está en ese proceso de conocimiento y de experimentar la vida y su propia sexualidad.
Si has decidido hacer uso de tu Derecho a decidir con quién compartir tu vida sexual y tu sexualidad, bien es tu decisión y tiene que ser porque así lo deseas, sin presión ni del novio o amigas, de nadie.
Hay algo de lo que se tiene que hablar en este tema, existen también, los amigos con derecho, los fajes, arrimones, u otras cosas más que suceden con o sin deseo o libre decisión, y estos no muchas veces llegan a concluir en una relación sexual, es un preámbulo, y en este tenor, en muchas ocasiones, no se involucran los sentimientos, es de acuerdo a tu criterio. Lo que importa aquí, es que al momento en que decidas iniciar tu actividad sexual, tengas la responsabilidad de protegerte y prevenir de lo ya mencionado, y no solo a ti, a tu pareja sexual también.
A ti que eres padre o madre de familia, pensarás que hablar de sexualidad con tus hijos es darles permiso a tener relaciones sexuales, lo más fácil es decir “de cualquier manera lo harán”, sin embargo, la dinámica familiar influye mucho, si bien es cierto que estamos rodeados de mucha información y a pesar de ello el índice de embarazos adolescentes, ITS, deserción escolar, van en aumento, la educación sexual debe ser objetiva. Si hay normas morales dentro de cada familia y varía según las costumbres , pero ver la sexualidad de manera normal es parte de la educación y prevención , los hijos e hijas que construyen una comunicación abierta, en confianza donde exista la libertad de expresar sin poner un prejuicio y solo escuchar para poder orientar y compartir de manera objetiva y con la seguridad de que solo los ayudamos a encaminar sus pasos, así lograremos que crezcan. Los adultos, ayudamos a construir su autoestima y su confianza, los padres de las y los adolescentes estamos encargados de caminar con ellos y hacerlos crecer de una manera entendida pero sin ataduras, para que aprendan a ejercer sus derechos de manera libre y responsable. Lo más importante es que sabrán tomar una sabia decisión y no solo será morbo o curiosidad.